Ruben Vardanyan transmitió, a través de su familia, una declaración sobre su decisión de despedir a su abogado debido a la falta de condiciones para una defensa legal y a las violaciones del Estado de derecho

Ruben Vardanyan transmitió, a través de su familia, una declaración sobre su decisión de despedir a su abogado debido a la falta de condiciones para una defensa legal y a las violaciones del Estado de derecho.

 

22 de octubre de 2025

“Durante la audiencia del 21 de octubre, anuncié mi decisión de despedir a mi abogado, Avraam Berman. Esta fue una decisión forzada. Las flagrantes violaciones de las normas jurídicas internacionales y azerbaiyanas a lo largo del proceso en curso han convertido las audiencias en una auténtica farsa. En estas circunstancias, todas las oportunidades procesales para la defensa se han agotado en los últimos meses.

  1. No se me permitió revisar los materiales del caso ni la acusación. El acceso al expediente sigue siendo denegado: aún no se me ha dado la oportunidad de revisar los 422 tomos de mi expediente, y el tribunal no ha proporcionado traducciones oficiales de los documentos procesales clave.
  2. Se me privó de la oportunidad de defenderme ante el tribunal. No pude intercambiar documentos libremente con mi abogado, sin inspección previa, para preparar las audiencias, y se me negó el acceso a las pruebas de audio y video.
  3. A lo largo de decenas de audiencias, mi abogado y yo presentamos más de 60 mociones y solicitudes ante el Tribunal Militar de Bakú para impugnar los abusos flagrantes de mis derechos al debido proceso. Sin embargo, ninguna de las mociones esenciales fue aceptada. Al mismo tiempo, más del 60% de ellas simplemente fueron ignoradas por el tribunal. Según la legislación azerbaiyana, el tribunal está obligado a considerar todas estas mociones “sin demora” y a resolverlas, ya sea aprobándolas o rechazándolas, “a más tardar tres (3) días después de su recepción” por el tribunal.
  4. Otra razón de mi decisión de despedir a mi abogado, como forma de protesta contra este tribunal militar secreto y cerrado, fue la negativa del tribunal a convocar testigos que pudieran esclarecer las circunstancias del caso y confirmar hechos cruciales para la defensa. El rechazo de esta solicitud privó al proceso de cualquier apariencia de objetividad y justicia.

 

Con el paso del tiempo, la situación solo ha empeorado. En este teatro del absurdo, el papel del abogado –independientemente de su voluntad o esfuerzo– se ha reducido a mantener la ilusión de legalidad en el proceso. Me niego a participar en esta farsa. No necesito la ilusión de una defensa: exijo el cumplimiento real de mis derechos procesales.

Ruben Vardanyan”