Rubén Vardanyan expresa su sincero agradecimiento a sus aliados y comparte reflexiones

Rubén Vardanyan pidió a su familia que transmitiera una vez más su más sincero agradecimiento a todos sus aliados y que compartiera algunas de sus reflexiones, que cree que pueden ser de utilidad para personas de muchas partes diferentes del mundo.

Parte 1

“Quiero agradecer a todos los que piensan en mí, se preocupan por mí, rezan, escriben cartas, me hablan en sus pensamientos y simplemente se preocupan por lo que sucede en el mundo y con todos nosotros.

Quiero dedicar estas palabras a mis maestros: a mis queridos padres, quienes, lamentablemente, han fallecido, y a mi querida hermana mayor. Ellos fueron quienes me ayudaron a ver la belleza de este mundo y me guiaron por el camino de descubrirlo, y a mí mismo. Junto con ellos, también quiero agradecer a todos aquellos que contribuyeron a formarme en quien soy hoy.

Me mostraron que una persona que busca, que recorre su propio camino a pesar de todas las dificultades y retos, puede ser ayudada — ayudada a encontrar el sentido, a reflexionar sobre su camino, a ganar tiempo. Pero esa ayuda debe ofrecerse con delicadeza, porque cada uno de nosotros madura y percibe la verdad a su propio ritmo. Mucho de lo que mi padre me dijo una vez, solo lo he llegado a comprender ahora.

Cada uno escucha y absorbe las mismas palabras de forma diferente. Es por eso que cada persona debe alcanzar su propia comprensión a través de un doloroso, a veces insoportable y arduo proceso de «embarazo», y estar preparada para un parto que puede ser tan difícil e incluso mortal como el propio nacimiento.

Solo al dar a luz este conocimiento en nuestro interior, apoyándonos en nuestra propia experiencia y memoria, podemos hacerlo completo, libre de ambigüedad, y permitir que se convierta en el núcleo de nuestro ser, el eje alrededor del cual pueda girar una vida plena y llena de amor. Porque es en esta difícil pero noble búsqueda del autoconocimiento que uno se vuelve verdaderamente humano.

¡Que quienes tienen oídos oigan! ¡Que quienes tienen ojos vean! ¡Que quienes tienen mente entiendan! ¡Que el buscador y el pensador comprendan! ¡Y que la luz, la bondad y la energía moren para siempre en nuestro mundo!

Un hombre de mundo con alma armenia, sirviendo a nuestro Señor sin miedo ni deseo, amando a todos y a todo lo que le rodea; un eterno aprendiz que descubre su yo y el mundo, unido a su esposa Veronika; un miembro de la casta de los intérpretes de significados; un integrador y catalizador de personas, proyectos e ideas en un espacio unificado; un puente que conecta el pasado y el futuro, Armenia y el mundo, viviendo en paz consigo mismo y con alegre conciencia de la inmensa deuda que tengo con el Señor: por la oportunidad de ser simplemente un hombre feliz.

Rubén, hijo de Karlen.

La segunda parte, en la que Rubén comparte sus axiomas de vida, se publicará el próximo domingo.