Para publicación inmediata 26 de febrero de 2025
El prisionero político cristiano armenio Rubén Vardanyan
enfrenta amenazas urgentes de salud en Azerbaiyán
A pesar del grave deterioro del estado de salud de Vardanyan una semana después del inicio de su huelga de hambre, Azerbaiyán lo obliga a seguir asistiendo a un juicio simulado
Declaración de Jared Genser, abogado internacional de Rubén Vardanyan
Hace una semana, el ex consejero de Estado de Nagorno-Karabaj, Rubén Vardanyan, inició valientemente una huelga de hambre en protesta por el juicio político que se está llevando a cabo contra él y otros prisioneros políticos armenio-cristianos en Azerbaiyán. El proceso en el caso de Vardanyan comenzó el 17 de enero, después de unos 500 días que pasó en detención arbitraria. No solo se enfrenta a cadena perpetua por cargos de motivación política, sino que también se han producido graves violaciones de sus derechos al debido proceso.
El juicio de Vardanyan se desarrolló sin interrupciones ayer, a pesar del deterioro de su salud y de las reiteradas solicitudes de aplazamiento. En concreto, la presión arterial de Rubén se registró en la peligrosamente alta cifra de 140/110, que se clasifica como hipertensión de “fase 2” y se considera que requiere atención médica. Hasta ahora ha perdido seis kilos (13,2 libras). Su pulso estaba muy por encima de lo normal. Y parecía agotado y en varias ocasiones estuvo a punto de desmayarse.
A pesar de estos graves problemas médicos, Rubén fue llevado ante el panel judicial del Tribunal Militar de Bakú para su audiencia de juicio en otro procedimiento que fue secreto y cerrado al público. Dada su condición, el abogado defensor presentó una moción inicial para posponer la audiencia y el panel judicial le permitió un receso para que lo examinara un médico estatal. Sin embargo, ese médico solo informó sus observaciones al tribunal en privado y no al Tribunal, lo que planteó serias dudas sobre sus conclusiones reales. El panel judicial rechazó la primera moción para posponer las actuaciones y cuatro más presentadas en diversos intervalos, afirmando que era seguro para Rubén participar siempre que permaneciera sentado durante la audiencia. Según el artículo 27 de las Reglas Nelson Mandela, “[t]odas las prisiones garantizarán un acceso rápido a la atención médica en casos urgentes”. Obligar a Rubén a participar en este procedimiento mientras enfrenta amenazas graves a su salud y seguridad constituye, como mínimo, un trato o castigo cruel, inhumano y degradante.
Insto a las organizaciones internacionales con acceso a los prisioneros de Azerbaiyán a que soliciten acceso a Rubén de manera urgente. Asimismo, solicito que observadores independientes supervisen el proceso contra Rubén en Bakú para garantizar que no se sigan violando sus derechos durante el proceso. Insto al Gobierno de Azerbaiyán a que permita que un médico de nuestro equipo internacional lo visite en prisión, le proporcione de inmediato toda la atención médica necesaria, incluido el seguimiento periódico de su estado, y aplace el juicio hasta que termine su huelga de hambre. También pido a los líderes mundiales, especialmente al Primer Ministro armenio Nikol Pashinyan, que condenen el juicio-espectáculo contra Rubén por estar motivado políticamente y ser ilegal.